Azul Europa, la luna de Júpiter
Los destinos de las gotas de agua pueden ser diversos, en la física de la entalpia y entropía existe un equilibrio sublime como un contrapunto. En este canon sonoro lo único que realmente se percibe tenuemente como una fuga es el paso del viento por la superficie rocosa y húmeda donde se cuelan las aguas y se fraguan las rocas talladas de formas diversas.
Fue en una de esas mismas grietas que provocó
un furioso volcán cargado de lava hace miles de años donde la primera gota se
condensó y atrajo otras gotas más. Muchas gotas le siguieron sin embargo otras
partículas de agua huyeron a las antípodas y decidieron evaporarse, pero no con
la misma suerte; subieron cada vez más y más volviéndose más voluminosas y
libres de la presión y de la gravedad nuevamente más livianas y a pesar de esto
una barrera de ozono y CO2 no les permitió saltar y continuar su viaje hacia el
otro planeta de azul muy intenso que se divisa en el horizonte. Es cierto que unas
pocas lo lograron sorteando con éxito las inclemencias del espacio infinito pero
la gran mayoría cayeron en picada hacia la superficie rocosa que se torna cada
vez más caliente volviendo a emprender el vuelo y vuelta a caer, así por
cientos de años de un efecto invernadero, las mismas gotas de agua cada vez más
exhaustas, cada vez más calientes.
Pero bajo la superficie ocurre algo
completamente diferente, un grupo de estas gotas logran formar una masa fría y rocosa
como un casquete polar, otras consiguen colarse y escabullirse por las grietas entibiándose
al punto de no ser hielo sino más bien un rocío que luego es vertiente, río y
finalmente cascadas que tributan a este gran océano oculto bajo la superficie de
Europa. Cuando este océano infinito se llena furioso expulsa desde sus entrañas
volcánicas trillones y trillones de gotas hacia la superficie tal como el
volcán hace millones de años pero ya no trae consigo lava sino más bien como las
ballenas cuando celosas deciden auscultar su belleza y humedecer la atmosfera.
Se dice que hay vida en este océano y si los
naturistas afirman que la vida se constituye de un nacimiento, el crecimiento y
la reproducción hasta una posible muerte las gotas de agua y sus diversos destinos
podrán afirmar que esto pareciera tener un atisbo de certeza al menos en lo que
ocurre en Europa, no la bota empapada en el mediterráneo, la Europa galileana y
lunar, la Europa azul, satélite de Júpiter.
Este cuento me gusta mucho. Sobretodo es ambigüedad que mantienes todo el rato sobre Europa y que resuelves al final. Es un buen remate.
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